La obra nueva está sufriendo la crisis, pero no necesariamente la que pensamos. La crisis de la que hablamos aquí es una crisis de confianza. El precio elevado por metro cuadrado, las dificultades de planificación, los tiempos de entrega (en ocasiones acompañados de retrasos, las promociones alejadas del centro de la ciudad… Todo ello son razones de más para apostar por apostar por nuevos inmuebles más deseables, pero también más respetuosos con el medio ambiente, más sociales y asequibles. Entonces, entre el orgullo y el prejuicio, es recomendable cuestionar ciertas ideas que provienen directamente de las nuevas viviendas: ¡dilo alto y claro!
Lo nuevo puede costar menos que lo viejo
Primero, y por lo general, el precio por metro cuadrado de una vivienda de obra nueva suele ser más alto que el de una propiedad antigua, no obstante, esta tendencia es aproximativa. Actualmente, la obra nueva suele incluir una serie de servicios que no se contemplan en la antigua: plaza de aparcamiento, últimos certificados energéticos y medioambientales, zonas comunes, domótica, etc. Pensándolo bien, todas estas ventajas, reducen el precio por metro cuadrado y deben destacarse de la manera más transparente posible. Por otro lado, las viviendas nuevas facilitan la limitación del derroche energético y en la mayoría de los casos no requieren mayores obras de urbanización o aislamiento como remodelaciones, aberturas, aislamientos y ventilación, etc. Lo mismo sucede en el lado de la financiación donde la vivienda de obra nueva se beneficia de tarifas notariales reducidas, en ocasiones un IVA reducido u otras ventajas fiscales.
Comprar obra nueva no significa comprar a ciegas
Se suele decir que comprar obra nueva es comprar sobre plano, es decir, cuando la vivienda todavía no ha sido construida. Visto así, es necesario tener una buena dosis de imaginación para poder proyectarse y convencerse a dar el paso de formalizar la compra. Hoy en día, existen soluciones que permiten ofrecer una verdadera caseta de ventas digital y permitir a los futuros compradores a proyectarse en su futura vivienda con una experiencia 100% digital e inmersiva, a través de la cual puedan contemplar desde la distribución de las estancias, hasta la vista de la terraza, pasando por el mobiliario, interiorismo, estilo y ambientes o luz, entre otros aspectos.
La vivienda nueva ha sido diseñada para ser funcional y confortable, con espacios optimizados y adaptados a los deseos y necesidades del comprador. A veces, incluso puede llegar a ser configurable y personalizada, sobre todo si hablamos de baños y cocinas. Los exteriores son cada vez más generosos y cualitativos y las zonas comunes están cada vez más presentes o incluso se convierten en una condición sine qua non a la hora de comprar una vivienda. Las ventajas en términos de comodidad de vida también deben destacarse, más aún cuando puedes escoger desde los revestimientos del suelo, hasta el color de las paredes o la dirección en la que se abren las puertas, para obtener una experiencia de compra 100% personalizada.
Promociones a la espera de la entrega
El futuro comprador ha dado el paso: ya es tu cliente. Es miembro de tu comunidad. Y al comprar sobre plano, pueden tardar entre 12 y 18 meses o más, teniendo en cuenta los posibles retrasos, entre el momento en el que se firma el contrato de reserva y la entrega de las llaves. Sin embargo, eso no significa que no puedas hacer nada más para recaudar fondos, sino que puedes brindar el mejor soporte del producto y experiencia al cliente, a la vez que mantienes el contacto con los compradores gracias al equipo interno y a la diversificación de contenido (vídeos, artículos, etc.) para responder a cualquier pregunta que le pueda surgir durante el largo proceso de compra. Todo ello permitirá que el cliente aproveche al máximo su inversión y, a la vez, estrechará la relación contigo.
Una nueva relación con el entorno y la edificación
Si bien podemos apreciar particularmente la efervescencia y el dinamismo de los centros de las ciudades, las nuevas viviendas a veces están un poco alejadas de ellos, dado la poca disponibilidad de terreno en estas áreas. No obstante, a la hora de comprar debemos poner en valor el entorno de la promoción y la cercanía de los puntos de interés: tiendas, escuelas, transportes, hospitales, gimnasios… Para ello, puedes contar con herramientas como mapas interactivos con puntos de interés o incluso con la inserción de la vista real mediante un dron. Muchos compradores ponen en valor el hecho de poder llegara una farmacia o a una oficina de correos en tan solo unos minutos. Por otro lado, la promoción permite beneficiarse de espacios exteriores, individuales o colectivos, más grandes, lo cual también se debe potenciar, o incluso de zonas y servicios comunes que no habría sido posible ofrecer en el corazón de la ciudad.